El sábado 8 de junio terminaba la Semana del Medio Ambiente con la tradicional Fiesta del Medio Ambiente en la Plaza de la Juventud. Suena a sarcasmo hacer esa fiesta organizada por el Ayuntamiento a escasos metros de uno de los mayores ecocidios (y hay muchos) ejecutados por el PP en nuestra naturaleza: El recinto ferial de La Isla del Colegio.
En la Fiesta del Medio Ambiente había poco medio ambiente. Mucha jarana de bajo coste para los niños. ¿Dónde está el mensaje medioambiental de saltar en un castillo de aire hecho de plástico, y relleno de aire a base de hidrocarburos?
Y es que todo empezó con el cartel de la Semana del Medio Ambiente, donde se recordaba las bondades de ser un ciudadano reciclador. Reciclando bien, bien según nos dicen las autoridades, a quienes se lo dicen las empresas que hacen negocio del reciclado. Ni media palabra de la necesidad de Repensar el consumo, de Reducir y de Reutilizar los materiales. Lo bueno es consumir, y luego ya si eso reciclamos toneladas de materiales.
Y como esto no iba de reducción de materiales ni nada de esas tonterias ecologistas, pues se repartieron indiscriminadamente bolsas, camisetas y objetos varios, que en breve terminarán en el quinto vaso del vertedero de Alcalá.
Y como esto tampoco iba de dar ejemplo con la austeridad, pues a todos toditos todos los/as que participaron en los concursos inocuos infantiles les regalaron una medalla con la cinta de los colores de la bandera de España. Competitividad y Nacionalismo. Valores intrínsecos al Medio Ambiente.
Eso sí, no vamos a negar que ese día Marcelo Isoldi iba a juego con la ocasión con su polo verde. Que menos por el medio ambiente.
Los únicos que sí sabían de qué va el tema de la Fiesta del Medio Ambiente fue la gente de Ecologistas en Acción que montaron una mesa, sin permiso, para informar de la declaración de ilegalidad del campo de golf de El Encín esa misma semana.
Código 288. Alcalá de Henares desde abajo a la izquierda 