Diario de Alcalá ya no es diario y es menos de Alcalá.

Nos olíamos algo después de comprar el último día de julio el Diario de Alcalá y ver su anuncio en el que contaban que no volverían a los kioskos hasta el 1 de septiembre. ¿No iban a publicar el periódico en Fiestas?  Uuuuuy esto huele a «nos vamos y ya veremos si volvemos». Pero como nosotros no le deseamos el cierre a otro medio de comunicación local (cosa que sí ha deseado el propio Diario de Alcalá) pues esperamos acontecimientos. Y estos han llegado.

Dos primeros números del semanario «Diario de Alcalá»

Desde principios de mes Diario de Alcalá ya no es diario y es menos de Alcalá. El Grupo-Chiringuito mediático Prensa Universal ha decidido cerrar un negocio caduco y sin futuro como era el periódico local y montar un micro-imperio multimedia con Internet, mucho Internet, prensa y radio en todo el Valle del Henares desde Coslada a Guadalajara.

Tras el fracaso de la aventura del diario, y tras haber ejercido como lobby pro-PP y pro-Capital y haber creado fuertes relaciones con el poder local alcalalíno, los Naranjos han decidido huir hacia delante.

Diario de Alcalá, en su versión impresa, ha pasado a ser semanal (pero sigue apareciendo un su cabecera «Primer diario local de la Comunidad de Madrid») y saldrá los jueves.

Nos hemos esperado a ver dos números para ver de qué iba el nuevo «impulso» y el nuevo formato. Para empezar cambia el tamaño de las hojas y en la portada aparece el tema principal que se desarrolla en las primeras páginas. Y ahí se acabó la novedad porque el resto prácticamente es lo de siempre y con los/as de siempre. Y como hay que rellenar muchas páginas hacen refrito de los comentarios que publican los/as lectores/as en su página web y en sus perfiles de las redes sociales. Así se pueden pavonear de que hay participación y de paso no necesitan pagar a los colaboradores internautas.

Es lo que se creen las empresas periodísticas: que renovar y actualizar el papel de la prensa escrita en un mundo digital y conectado es publicar enlaces a webs y los comentarios de cualquiera; dedicando más espacio al entretenimiento que a la información. Y mientras, siguen sin ver que van perdiendo calidad, análisis y dejan de ser un referente social de tanto vivir mirando/mimando al poder. Para pagar por ver impreso lo que se ve en la pantalla, la gente prefiere verlo en Internet que es gratis y mucho más rápido.

Lo más novedoso e interesante, a priori, es el tema de portada desarrollado en las primeras páginas del semanario. Pero al poco de leer te das cuenta de que se usa el mismo enfoque que elimina cualquier crítica al gobierno local o regional con nombres y responsabilidades. Y con ese odio antisindical del recien desclasado dispuesto a pisar al de al lado por complacer al jefe.

La entrevista del número del 1 de septiembre al Alcalde de Alcalá era más tierna que el Día de la Madre, llegando a lo intimista  al estilo Puerta de Madrid. No hay que morder la mano que te da anuncios grandotes.

Con este movimiento de ficha de los Naranjos el panorama de la prensa escrita alcalaína queda en una situación nueva pero no por ello interesante ni alternativa.

Nos quedamos con dos revistas semanales de pago (¿habrá guerra de precios?) portavoces zalameros de Bartolomé González y Esperanza Aguirre. Unos con una identidad rancia, populista y una nefasta calidad periodística y gráfica. Los otros modernillos, con diseño y con  periodistas de Facultad que redactan bien lo que les dicen que tienen que poner.