Dentro de unas cuantas horas empezará la inaguración-festival del local de la Asociación Agua de Mayo, tras una travesia de mas de un año.
Decenas de reuniones para decidir colectivamente y por consenso a qué se iba a dedicar la nueva asociación, que buscaba ser diferente a todo, y a la vez parecerse a otras experiencias cercanas, como El Rincón Lento de Guadalajara. Reuniones y votaciones para elegir un nombre. Un nombre que tardó meses en llegar, porque tal vez ese era el tiempo necesario para que naciera tan precioso. Y más tiempo aún para elegir un local en que cupieran tantas ilusiones, tanta impaciencia, tantas ganas de empezar a expandir la idea.
Meses y meses caminando juntos/as . Despacio para ir lejos. Despacio, sin correr, para poder conocernos y después de sabernos mutuamente poder construir las afectividades, saber cuales son los gustos y los caracteres. Todos válidos.
Esos meses fueron también un proceso de aprendizaje. Para aprender cómo funciona el asamblearismo (siempre dificil si partes de cero) y cómo se construyen los consensos. Y de aprendizaje para quienes venían de experiencias largas de asociacionismo y militancia, porque les tocaba no presionar, no dirigir, no hacer de líderes, dando confianza a raudales.
No era cuestión de que un grupo siguera a alguien. Era cuestión de llegar todos/as juntos/as y a la vez a donde fuera. Compartiendo decisiones y responsabilidad. La única forma de sentirse parte del proceso.
Esta foto está colgada en la web de Agua de Mayo. Es la primera , hae más de un año. Está hablando Bei con su estilo: gracioso, directo y siempre optimista.
Desde entonces Agua de Mayo ha mantenido su ideal de construir un espacio social desde abajo, por la gente; de forma autónoma y asamblearia; con fuerte identidad local; con actitud abierta y con una alegría contagiosa gracias a la calidad humana de su gente.
En la reunión de la foto había razonables dudas (¿habrá gente? ¿cómo nos financiamos? ¿en qué local?), y hubo dos intervenciones (en los dos extremos de la sala) que venían a decir: «No tengo dudas. Lo tenemos que hacer, o al menos tenemos que intentarlo. Seguro que lo sacamos adelante. Hay mucha más gente de la que pensamos esperándonos. Tenemos que hacerlo. Aunque duremos seis meses. No nos puede ganar el miedo. Y yo no me muero sin intentarlo».
Lo que era el proyecto incial probablemente no es exactamente lo que se abrirá en el nuevo local. Será distinto y será mejor. Mejor simplemente porque ha habido más cabezas, corazones y manos que se han sumado desde entonces para caminar juntos/as.
Y mañana empieza el viaje a Itaca de Agua de Mayo. Gracias a que un grupo de alcalaínos/as se juntaron para poderle al miedo y la desidia.
VIAJE A ITACA (Poema de Kavafis. Adaptado por Lluis Llach)
Cuando salgas para hacer el viaje hacia Itaca
has de rogar que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
Has de rogar que sea largo el camino,
que sean muchas las madrugadas
que entrarás en un puerto que tus ojos ignoraban
que vayas a ciudades a aprender de los que saben.
Ten siempre en el corazón la idea de Itaca.
Has de llegar a ella, es tu destino
pero no fuerces nada la travesía.
Es preferible que dure muchos años
que seas viejo cuando fondees en la isla
rico de todo lo que habrás ganado haciendo el camino
sin esperar a que dé más riquezas
Itaca te ha dado el bello viaje
sin ella no habrías salido.
Y si la encuentras pobre, no es que Itaca
te haya engañado. Sabio como muy bien te has hecho
sabrás lo que significan las Itacas.
II
Más lejos, tenéis que ir más lejos
de los árboles caídos que os aprisionan.
Y cuando los hayáis ganado
tened bien presente no deteneros.
Más lejos, siempre id más lejos,
más lejos del presente que ahora os encadena.
Y cuando estaréis liberados
volved a empezar nuevos pasos.
Más lejos, siempre mucho más lejos,
más lejos, del mañana que ya se acerca.
Y cuando creáis que habéis llegado, sabed encontrar nuevas sendas
Código 288. Alcalá de Henares desde abajo a la izquierda 